Diverticulitis aguda: una enfermedad cada vez más común

Diverticulitis aguda: una enfermedad cada vez más común

Estás de vacaciones…

……y notas como empieza a molestarte la parte inferior del abdomen, más bien hacia el lado izquierdo, y piensas que será algo pasajero, pero no, el dolor se queda ahí, fijo, permanente, incluso está empezando a ir a más……ya están aquí otra vez, los divertículos de tu colon que descubriste el año pasado, han vuelto a saludarte…..

 

¿Qué són los divertículos intestinales?

Los divertículos intestinales son pequeñas debilidades del intestino, como pequeñas bolsitas que aparecen en la pared de la tubería que forma nuestro intestino. Aunque son más frecuentes en el sigma o lado izquierdo del colon (es decir, el intestino grueso, casi al final del mismo), pueden aparecer en cualquier parte del tubo que forma nuestro sistema digestivo.

 

Los divertículos intestinales son una herniación de la mucosa y submucosa a través de defectos de la capa muscular colónica (punto donde entran los vasos rectos que irrigan la mucosa del colon), que se relacionan con el estreñimiento y el aumento de presión intraluminal, siendo más frecuentes ene colon descendente y el sigma

 

¿Por qué aparecen los divertículos en el intestino?

Aunque no se conoce su causa, los divertículos en el intestino grueso se han relacionado con el aumento de la presión en el interior del intestino. Esto a su vez se ha asociado a la falta de fibra en la dieta (es decir, comer poca fruta y verdura), lo que ocasiona que el bolo fecal sea más duro y difícil de transportar con los movimientos de propulsión que realiza el intestino, lo que a la larga acaba produciendo estas pequeñas hernias o defectos en la pared que constituyen los divertículos. Esto explicaría que sean más frecuentes en el sigma, que es una de las regiones más estrechas del intestino grueso, por lo que la presión en dicho segmento es mayor, aunque estos divertículos pueden aparecer en cualquier parte del intestino grueso. Además, también se ha relacionado con la falta de ejercicio, con la obesidad, con el consumo de tabaco y con algunos fármacos. Aunque la aparición de los divertículos (o diverticulosis) aumenta con la edad, es cierto que cada vez vemos diverticulitis en pacientes más jóvenes. Tal vez esto esté relacionado con el cambio de los hábitos alimentarios que actualmente estamos viendo sobre todo en los más jóvenes, que cada vez se alimentan menos de nuestra saludable dieta mediterránea rica en fruta, verdura y legumbres ricas en fibra.

 

Aunque no se conoce su causa, la aparición de divertículos intestinales se ha asociado a la falta de fibra de la dieta, a la obesidad (por el efecto proinflamatorio de las adipocinas y las quimiocinas), a la falta de ejercicio, al consumo de tabaco y de ciertos fármacos, y, más recientemente, se piensa que la microbiota intestinal juega un papel clave en el desarrollo de una inflamación crónica y posibles alteraciones en el metabolismo del colágeno que pueden estar implicados en su aparción

 

Además, se estima un componente hereditario de la enfermedad diverticular en el 40% de los pacientes y se ha visto un polimorfismo del gen TFNSF15 como marcador de la diverticulitis aguda no complicada. Por otro lado, una rara variante del gen lamininaβ4 (LAMB4) se ha asociado con diverticulitis de inicio temprano y diverticulitis esporádica no familiar.

Más de la mitad de las persoinas de más de 65 años tienen divertículos (aunque existe una tendencia a que aprezcan cada vez en pacientes más jóvenes)

¿Por qué se inflaman los divertículos?

Cuando los divertículos intestinales se inflaman producen las molestias típicas que conocemos como diverticulitis. La principal teoría para explicar esta inflamación es que se produce una obstrucción en la luz que comunica el divertículo con el intestino, normalmente por un fecalito (pequeño trocito de caca muy dura), que aumenta la presión en el interior del divertículo y que acaba produciendo una inflamación del mismo, de manera similar a la que ocasiona la apendicitis, aunque cada vez cobra mayor importancia la teoría de que un disbalance en la microbiota intestinal puede ser el origen de la inflamación  (ME DUELE LA BARRIGA, ¿TENDRE APENDICITIS?)

 

Hasta un 20% de los pacientes con diverticulosis sufrirán un episodio de diverticulitis aguda (aunque en el 80% de los casos serán diverticulitis agudas no complicadas

¿Qué síntomas producen?

Aunque la diverticulosis (es decir, la presencia de divertículos en el intestino) no suele producir síntomas, se estima que un 4% de las personas que los tienen desarrollarán alguna molestia relacionada con los mismos a lo largo de su vida. Generalmente produce un dolor abdominal en la parte inferior del abdomen, algunas veces predominantemente en el lado izquierdo, que se puede acompañar de fiebre y alteración del ritmo de deposiciones. En algunos casos, puede aparecer sangre roja con las heces (o rectorragia), así como mayor alteración del estado general con inapetancia para comer o anorexia, naúseas o vómitos.

Según los problemas que asocie, la diverticulitis se considera no complicada o complicada, con abscesos, con perforación intestinal o con peritonitis.

 

Alrededor del 25 % de las personas con diverticulitis aguda desarrollan complicaciones

 

¿Qué hacer cuando los síntomas no mejoran?

Si los síntomas no mejoran se debe acudir al hospital para ser evaluado por un profesional.

 

¿Como se diagnostica la diverticulitis?

Si es la primera vez que tienes un episodio de diverticulitis, el diagnóstico puede ser algo más complejo, sobre todo si es un episodio leve, ya que los síntomas pueden ser atribuidos a otros procesos por ser muy similares (como un cólico renal). Sin embargo, si no es la primera vez que te sucede, el diagnóstico puede ser más sencillo. Por ello generalmente, lo primero que hacemos los médicos es hablar con el paciente para saber si ha tenido episodios previos similares. Además, realizamos una palpación del abdomen, que nos ayuda a localizar el dolor, si existe irritación peritoneal o masas  que pueden estar asociadas a complicaciones de la diverticulitis. Junto con ello, normalmente realizamos una analítica (de sangre y orina), que nos permite valorar si existe inflamación y de forma complemetaria, para el diagnóstico es necesario la realización de un TAC abdominal, para determinar la extensión de la enfermedad y descartar complicaciones, así como para diferenciarlo de otros procesos.

 

Para el diagnóstico es necesaria la exploración abdominal, un análisis sanguíneo y un TAC abdominal

 

¿Cuál es el tratamiento en el hospital?

Una vez hecho el diagnóstico, el tatamiento será diferente si existen o no complicaciones asociadas.

DIVERTICULITIS NO COMPLICADA

En estos casos existe únicamente inflamación. Si eres uno de estos pacientes puedes sentirte afortunado, ya que la mayoría de las veces se puede tratar de forma ambulatoria, es decir, sin necesidad de estar ingresado en el hospital, lo que hace que el proceso sea mucho más llevadero, siendo efectivo y seguro, siempre y cuando exista apoyo familiar.

Históricamente las diverticulitis agudas se han tratado con antibióticos, aunque recientemente las nuevas guías sólo recomiendan su uso en casos seleccionados de diverticulitis no complicadas (como en pacientes inmunodeprimidos), ya que no se ha evidenciado un claro beneficio de los antibióticos reduciendo las complicaciones, la duración de la inflamación o previniendo la recurrencia de nuevos episodios (*).

Cuando es necesario el tratamiento antibiótico, la duración de este suele ser entre 7 y 10 días.

Actualmente, dado que estamos pasando de la teoría de que se trata de un proceso infeccioso (que se trata con antibióticos) a la teoría de que se trata de un proceso inflamatorio, se ha postulado que habría que combatir el origen de la inflamación, bien actuando sobre la microbiota o sólamente con el uso de antiinflamatorios, pero no existe una evidencia sólida en el momento actual.

 

De forma general, el tratamiento para las diverticulitis no complicadas suele ser:

  • dieta líquida durante 2 días, que previene la formación de heces duras que empeoren el dolor
  • dieta baja en fibra hasta que el dolor mejora
  • analgésicos para el dolor asociado o no a un antiespasmódico
  • antibióticos según se considere en función del caso

 

DIVERTICULITIS COMPLICADA

Si existe alguna complicación, el tratamiento adecuado será el reposo digestivo y los antibióticos de amplio espectro. Este tratamiento es apropiado cuando la inflamación se asocia abscesos (o pequeñas bolsas de pus) de menos de 3 cm. Sin embargo, cuando son las acumulaciones de pus son de mayor tamaño generalmente se debe asociar a un vaciamiento del pus, lo que se realiza mediante una punción que hace el radiólogo con ayuda de una ecografía o de un TAC. En ocasiones, se puede colocar un drenaje o pequeño tubo de plástico que ayudará a la desaparición del mismo. Con ello, se soluciona aproximadamente el 91% de los casos. Sin embargo, la cirugía urgente puede ser necesaria si se trata de una complicación grave o si la evolución no es buena con el tratamiento anterior.

 

Si existe complicación, el tratamiento será reposo digestivo, antibióticos y en ocasiones una punción abdominal para extracción del pus, siendo necesaria la cirugía urgente en casos graves complicados con peritonitis

 

¿Un episodio de diverticulitis requiere seguimiento?

Lo habitual es que después de un diagnóstico de diverticulitis se realice un seguimiento, ya que es frecuente realizar una colonoscopia una vez que la inflamación ha desaparecido (entre las seis u ocho semanas después del episodio). Esto se debe a que el cáncer de colon perforado puede presentarse de forma similar a una diverticulitis, y mediante el TAC es difícil diferenciarlo en ocasiones. Esta colonoscopia no es necesario repetirla si se ha realizado alguna otra de forma reciente.

 

¿Cuando es necesario operar y en qué consiste la cirugía?

Aunque la mayoría de los casos pueden tratarse sin necesidad de operar, cuando el episodio agudo no se resuelve o empeora puede ser necesaria una cirugía urgente. En estos casos suele existir una perforación de algún divertículo inflamado que permite que las heces se extiendan por la cavidad abdominal, produciendo lo que llamamos una peritonitis. En estas situaciones la cirugía dependerá del estado del paciente, pudiendo ser necesaria la extirpación del trozo del intestino enfermo y perforado con o sin unión del resto del intestino, o la creación de una colostomía (es decir, la salida del intestino por la pared abdominal para defecar en una bolsita que se adhiere a la pared abdominal), e incluso dejar el abdomen abierto de forma temporal con dispositivos especiales que ayudan al control de la peritonitis durante unos días hasta que pueda realizarse una cirugía definitiva. Cuando existe una peritonitis la situación es grave y puede requerir el ingreso en la unidad de cuidados intensivos, así como varias cirugías.

Cuando por el contrario la indicación de la cirugía es por la existencia de múltiples episodios previos de inflamación de los divertículos sin complicaciones, cuando se produce estenosis o cierre progresivo del intestino (el intestino se vuelve rígido como una cicatriz en algunas personas que han tenido varios episodios), o en aquellos en los que han existido diverticulitis complicadas previamente por abscesos o incluso con la formación de fístulas o comunicaciones a otros órganos como la vejiga, la cirugía no es urgente y puede realizarse de forma programada. En estas situaciones la cirugía se lleva a cabo de forma planificada, y habitualmente consiste en la extirpación del segmento de intestino enfermo mediante laparoscopia (es decir, con pequeños orificios en la pared abdominal) y la unión o empalme del resto del intestino para restablecer la continuidad del conducto intestinal que permita defecar de forma normal por el ano. Sin embargo, algunas veces no es posible realizar la cirugía mediante laparoscopia por la existencia de una gran inflamación y adherencias que impiden una resección intestinal segura mediante esta técnica, siendo necesario en estos casos realizar la cirugía de forma abierta, es decir, con una incisión abdominal de mayor tamaño.

En cualquier caso, recuerda que la decisión de someterse a una cirugía programada es personal y suele estar relacionada con la frecuencia de los episodios de inflamación y si han existido o no complicaciones.

 

Prevención

No existe una recomendación universal para prevenir las inflamaciones de los divertículos, pero si que se puede ayudar a prevenir la aparción de los dívertículos si desde la infancia se tienen hábitos de vida y hábitos digestivos saludables. Por ello, si quieres prevenir la diverticulitis:

  • come más fibra, como fruta, verdura, legumbres y productos integrales, que ayudan a aumentar el bolo fecal para que se más esponjoso y fácil de movilizar, aunque esto siempre debe asociarse a beber abundante agua para que sea efectivo, ya que la fibra sin líquido suficiente que la remoje produce estreñimiento.
  • Haz ejercicio físico con frecuencia, ya que favorece el movimiento intestinal normal.

 

Cuida tu microbiota, porque se su equilibrio y bienestar depende el tuyo, porque aunque no lo creas, todas esas bacterias forman parte de ti.

 

En cualquier caso, es tu cirujano el que mejor va a poder aclarar las dudas que tengas sobre el proceso del diagnóstico y tratamiento, y cuyas indicaciones debes de seguir.