ME DUELE LA BARRIGA, ¿TENDRE APENDICITIS?

ME DUELE LA BARRIGA, ¿TENDRE APENDICITIS?

Uno de los motivos más comunes de consulta en urgencias es el dolor de barriga o, de forma más técnica, el dolor abdominal. Aunque hay múltiples causas que pueden ocasionar dolor de tripa, uno de los más conocidos es la famosa apendicitis, que no es más que la inflamación del apéndice. La apendicitis no es algo nuevo, sino que ha sido temida desde la antigüedad (se han encontrado signos de apendicitis a en momias de Asuán, que datan de 3000 años antes de Cristo), si bien en otras épocas se le conocía como el mal del costado o el cólico miserere, que en latín significa apiádate, ya que una vez que se tenían los síntomas los familiares del enfermo se reunían para cantar el “Miserere” y pedir su curación aunque casi de forma irremediable la aparición de los síntomas llevaban al enfermo a la muerte.

 

¿QUÉ ES EL APENDICE Y PARA QUE SIRVE?

El apéndice es un pequeño trocito del intestino con forma de gusano o tubería hueca que cuelga del ciego, que es una parte del intestino grueso, y está situado a la derecha en el abdomen, un poco inferior al ombligo en circunstancias normales. El apéndice tiene una longitud media de 9 cm en adultos. Existen casos en los que el apéndice no se encuentra en esta posición, y puede estar escondida detrás del intesto grueso, detrás de la vejiga, hacia el ombligo o en el lugar que haya querido ubicarse durante nuestro desarrollo cuando nos estábamos formando en el vientre materno.

No se sabe bien cuál es su función, pero sí sabemos a ciencia cierta que se puede vivir perfectamente sin él. Al parecer puede tener tres funciones: posiblemente tiene un papel en la digestión de la celulosa (función que se perdió con el cambio de dieta de nuestros antepasados); otra de las funciones es la de actuar como refugio seguro para bacterias beneficiosas que viven en nuestro intestino, lo que estaría relacionado además con la tercera función, de tipo inmunológico o de defensa de nuestro cuerpo frente a determinadas infecciones, ya que en el interior del apéndice existen placas linfoides (al igual que en otras partes del intestino) que son como pequeñas estaciones de policía donde se ficha a los invasores para poder reconocerlos una vez que atacan a nuestro cuerpo y así poder luchar contra ellos cuando nos causen infecciones.

 

¿POR QUÉ SE INFLAMA EL APÉNDICE?

La causa más frecuente de apendicitis es la obstrucción del apéndice que, como te explicaba anteriormente, es un tubito hueco que comunica con el resto del intestino. Esto hace que tanto las bacterias que hay en su interior (que son las que viven en nuestro intestino) como las secreciones de moco normales que se producen en su interior se vayan acumulando, como un globo que se va hinchando poco a poco y que finalmente acaba explotando si no hacemos algo. En esta situación de apendicitis perforada, que tarda en suceder unos días, se produce una salida de bacterias, pus y heces fuera del intestino, creando una situación más grave de infección que llamamos peritonitis, que puede estar localizada en el sitio donde se encontraba el apéndice o invadir toda la cavidad peritoneal.

Supongo que ahora te estarás preguntando: ¿y con qué se tapona el apéndice?. Pues con frecuencia se obstruye por un fecalito o pequeña piedrecita de caca solidificada que se coloca en la salida del apéndice. En otras ocasiones el tapón lo producen pequeños parásitos intestinales (gusanitos) que forman pequeñas pelotas que atascan la salida,  inflamaciones de placas linfoides e incluso tumores.

 

¿COMO SE SI ESTE DOLOR DE BARRIGA ES APENDICITIS?

Dentro de la barriga tenemos muchas cosas y básicamente todas ellas pueden causar dolor. Lo que nos ayuda a diferenciar los tipos de dolores es cómo es ese dolor, aunque no es una tarea fácil. La apendicitis es una enfermedad muy tramposa porque pocas veces el dolor empieza en el sitio donde se encuentra el apéndice, sino que el dolor empieza lejos para ir acercándose poco a poco a donde ella se encuentra. Por lo general las molestias empiezan en el estómago o alrededor del ombligo, y suele acompañarse de náuseas y vómitos (o al menos de inapetencia por la comida). El dolor suele empeorar al toser, al caminar o con los baches en el coche cuando vas al hospital. El dolor de barriga suele acompañarse de estreñimiento o de diarrea. Poco a poco el dolor va cambiando de sitio hasta quedar fijo inicialmente en el lado derecho (por debajo de la altura del ombligo), aunque si la cosa evoluciona y el apéndice se rompe, el dolor pasa a ser más generalizado por toda la barriga. Puede acompañarse de fiebre no muy elevada.

En ocasiones, cuando el apéndice se encuentra en una posición menos habitual, pueden aparecer otros síntomas (dolor al terminar de orinar o defecar o dolor en el lado derecho por encima del ombligo). En niños muy pequeños, en personas ancianas y en pacientes diabéticos estos síntomas pueden estar ausentes o ser leves, lo que hace mucho más difícil el diagnóstico.

Normalmente solemos hacer una analítica con la que confirmamos que existe una inflamación o infección y alguna otra prueba que nos ayude a confirmar que la inflamación e infección viene del apéndice, que suele ser una ecografía. En pacientes más obesos y en aquellos en los que el apéndice no es identificable por este método (suele ser las que se encuentran en una posición menos frecuente) puede ser necesario la realización de una TAC.

 

DOCTORA, YO SOY MUY MAYOR, ¿CÓMO VA A SER APENDICITIS?

La inflamación del apéndice es como el amor, que no tiene edad  y puede producirse en cualquier persona, desde bebes hasta ancianos. Tampoco hay diferencias raciales ni culturales en lo que se refiere a su inflamación. Se estima que la incidencia media a lo largo de la vida es del 8%, lo que significa que 8 de cada 100 personas tendrán apendicitis, aunque es más frecuente en la segunda y tercera década de la vida.

 

¿POR QUE ME QUITAN EL APENDICE? ¿NO PUEDEN DESINFLAMARLO?

El tratamiento habitual cuando se inflama el apéndice es quitarla mediante cirugía en las primeras horas o días en los que se produce la inflamación. Sin embargo, en algunas ocasiones el diagnóstico se produce en momentos más avanzados y ya existe una gran inflamación local, incluso con pus, que hacen que la cirugía en ese momento pueda tener más riego, por lo que administramos antibióticos para desinflamar el apéndice y así poder operar de forma diferida con menos riesgo. Seguro que esto último te resulta familiar por el tenista Rafa Nadal, que estando en Shanghai tuvo una apendicitis que fue controlada con antibióticos, tras lo que fue intervenido en España un mes tras el inicio de los síntomas. Seguro que ahora estarás pensando: ¿por qué hay que operarse después del tratamiento antibiótico si el apéndice se desinflama?. La respuesta es que en las personas que son tratadas exclusivamente con antibióticos (en los casos de apendicitis no complicadas) el riesgo de desarrollar una nueva apendicitis con todas sus complicaciones es muy elevado (del 40%). Además, no hay que olvidar que en un pequeño porcentaje de pacientes la apendicitis está producida por tumores malignos apendiculares que probablemente no serían diagnosticados en un momento precoz al realizar la apendicectomía si se tratara con antibióticos. Por otro lado, el tratamiento antibiótico no es garantía de resolución de la apendicitis, ya que incluso con antibióticos  no en pocas ocasiones la inflamación progresa para producir pus local, una gran inflamación (plastrón apendicular)  o incluso una peritonitis, que requerirán tratamiento sin duda más complejos.

 

¿COMO ME VAN A QUITAR EL APENDICE?

Hoy en día la técnica que utilizamos es la apedicectomía laparoscópica, es decir, quitamos el apéndice con una pequeña cámara de televisión con luz que introducimos por un agujerito junto al ombligo en el interior de la barriga, a lo que añadimos otros dos pequeños orificios por donde introducimos el material con el que quitamos el apéndice. Esta intervención se realiza con anestesia general, es decir, con el paciente completamente dormido y relajado. Antiguamente esta misma cirugía se realizaba con cirugía abierta, es decir, con una herida en la barriga de unos 5-10 cm de media por el que se extirpaba el apéndice. En algunas ocasiones, cuando la inflamación del apéndice está muy evolucionada y es imposible distinguir las estructuras por la inflamación, puede ser necesario convertir la cirugía laparoscópica en cirugía abierta, e incluso puede ser necesario quitar algún fragmento de intestino grueso.

 

¿PODRE HACER VIDA NORMAL TRAS LA INTERVENCIÓN? ¿CUÁNTO TARDARÉ EN RECUPERARME?

Tras la cirugía el tiempo de recuperación es variable. Si la apendicitis no era complicada, es decir, si tenía poca evolución, la estancia hospitalaria suele ser de 24-48 horas, pero este tiempo es mayor si había pus en la cavidad abdominal o existía una gran inflamación. También depende de la salud previa que tenga el paciente, ya que este proceso infeccioso puede desequilibrar algunas enfermedades, fundamentalmente en pacientes más mayores.

La recomendación habitual tras la apendicectomía laparoscópica suele ser de tres semanas a un mes sin realizar esfuerzos. Durante unos días tras la intervención, la  dieta inicial debe ser blanda, es decir, fácil de digerir, pero pronto se puede realizar una dieta normal.

En cualquier caso, es tu cirujano el que mejor va a poder aclarar las dudas que tengas sobre el proceso del diagnóstico y tratamiento, y cuyas indicaciones debes de seguir.