Cirugía Cardíaca: un post con mucho corazón

Cirugía Cardíaca: un post con mucho corazón

 

El corazón humano, ese órgano vital que late incansablemente desde el inicio de nuestras vidas mucho antes de nacer (de hecho, a la sexta semana del embarazo es cuando comienza a latir de forma ininterrumpida hasta el final de nuestra vida), a menudo enfrenta desafíos en forma de enfermedades cardíacas. Afortunadamente, la cirugía cardíaca ha experimentado avances notables en las últimas décadas, lo que ha permitido tratar eficazmente diversas enfermedades.

 

INFARTO CARDÍACO: RESTAURANDO LA CIRCULACIÓN Y LA ESPERANZA

 

Un infarto, también conocido como ataque al corazón, ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del corazón se detiene debido a un bloqueo en una arteria coronaria.

 

Un infarto sucede cuando la cantidad de sangre que le llega al músculo que es el corazón no es suficiente, bien por una obstrucción o tapón en las arterias coronarias que llevan el flujo sanguíneo (por placas de ateroma) o bien por un espasmo o contracción de dichas arterias que dificulta el flujo (por ejemplo, lo que sucede con el consumo de drogas o tabaco), o una asociación de ambas causas

 

El corazón es un músculo que requiere elevado aporte de nutrientes y oxígeno para mantener su función de latido constantes. Dicho aporte le es proporcionado a través de la sangre que fluye por la circulación sanguínea que, en el caso del corazón, es canalizado por las arterias coronarias, que son pequeñas tuberías por las que circula la sangre. Existen normalmente 2 arterias coronarias, derecha e izquierda. La izquierda se divide en dos ramas principales (descendente anterior, arteria principal del corazón, y arteria circunfleja), de las que derivan las ramas diagonales y marginales.

 

La cardiopatía isquémica es la enfermedad en la que no le llega suficiente cantidad de sangre al músculo cardíaco, debida a la presencia de lesiones en las arterias que estrechan el diámetro del conducto y reducen la cantidad de sangre que es capaz de pasar a su través. Dichas lesiones son producidas por la enfermedad aterosclerótica, proceso por el que tienen lugar fundamentalmente depósitos de colesterol y calcio en el interior de las arterias que las estrechan y pueden llegar incluso a su obstrucción completa. Se asocia a algunas enfermedades, como diabetes mellitus, hábito de fumar, hipertensión arterial e hipercolesterolemia.

 

¿Cuáles son los síntomas de la cardiopatía isquémica?

 

El síntoma más frecuente es el dolor llamado “angina de pecho” (el corazón duele porque recibe sangre insuficiente). Durante el infarto de miocardio también se produce dolor, generalmente de características similares a la angina, pero más fuerte y duradero debido a que se produce muerte de una parte más o menos grande del músculo del corazón por la falta más mantenida del riego sanguíneo. Algunos pacientes no tienen dolor sino sensación de falta de aire o, incluso puede suceder que no noten ningún síntoma.

 

¿Cómo se trata un infarto?

 

Para solucionar estas obstrucciones disponemos en la actualidad de dos tratamientos: la angioplastia coronaria y la cirugía cardiaca. Mediante la cirugía cardiaca es posible crear puentes (by-pass) con arterias o con venas que llevan la sangre más allá de donde se encuentra la obstrucción. Esto permite una correcta oxigenación y llegada de los nutrientes a zonas del corazón que antes recibían muy poca sangre. Como habitualmente son varias las arterias del corazón que se encuentran enfermas a la vez, es frecuente tener que realizar en una misma cirugía varios puentes o by-pass a distintas arterias coronarias; por eso, hay pacientes que tienen 2, 3, 4 o más puentes o by-pass coronarios. La técnica quirúrgica clásica realiza la intervención con el corazón parado, donde una máquina de circulación extracorpórea realiza las funciones del corazón, bombeando la sangre para que ésta llegue a todas las partes del cuerpo. Sin embargo, hoy en día es posible en algunos casos hacer esta cirugía con el corazón latiendo (sin circulación extracorpórea).

 

El bypass coronario consiste en crear nuevos caminos que lleven sangre adicional a la circulación coronaria enferma, que salten o puenteen los estrechamientos y obstrucciones de las arterias coronarias, partiendo desde la aorta y/o sus ramas principales para volver a aportar la cantidad normal de sangre que necesita el músculo cardiaco para funcionar.

 

¿De dónde salen las “tuberías” que se utilizan para realizar un bypass?

 

Los conductos o tuberías sólo pueden ser obtenidos del propio paciente y pueden ser, fundamentalmente, una o ambas arterias mamarias (situadas en el interior de la pared torácica, a cada uno de los lados del esternón), las venas safenas internas (situadas en la cara interna de cada una de las piernas) y las arterias radiales (en el antebrazo, desde el codo a la muñeca).

 

 

¿Cómo se realiza la cirugía cardíaca?

 

En la mayoría de los casos, la cirugía coronaria se realiza a través de una esternotomía media completa (sección del esternón por su línea media), siendo otros abordajes menos agresivos (con incisiones más cortas) usados con menos frecuencia. La realización de las anastomosis o uniones de los injertos a las arterias coronarias puede realizarse con el corazón latiendo o con el corazón parado, en cuyo caso se debe sustituir su función por la máquina de circulación extracorpórea.

 

 

VÁLVULAS CARDÍACAS (HOLD THE DOOR): CUANDO LAS COMPUERTAS DEL CORAZÓN NO FUNCIONAN BIEN

 

Las valvulopatías, que son trastornos en las válvulas cardíacas que regulan el flujo sanguíneo, pueden comprometer seriamente la función del corazón. La cirugía cardíaca ofrece soluciones tanto para la reparación como para el reemplazo de estas válvulas. Los avances en técnicas quirúrgicas han permitido la reparación de válvulas en lugar de reemplazarlas en muchos casos. Esto es especialmente relevante en válvulas como la mitral, donde se pueden realizar procedimientos mínimamente invasivos para corregir defectos y mejorar la función sin la necesidad de una sustitución completa.

 

El corazón es esencialmente un saco de músculo que al relajarse y aumentar de volumen (“diástole”) se llena de sangre, y al contraerse y reducir su volumen (“sístole”) envía esa sangre a las arterias que salen de él (aorta y pulmonar). Para que la sangre circule en el sentido correcto dentro de ese saco es necesario que unas compuertas que existen en su interior llamadas válvulas cardiacas, compartimenten sus diferentes cámaras y se abran y cierren alternativamente con el ciclo cardiaco.

 

las válvulas cardíacas son compuertas que cierran los compartimentos del corazón en los momentos adecuados para permitir que la sangre circule en el sentido correcto

 

El corazón puede dividirse en dos mitades que funcionan simultáneamente: una parte derecha encargada de bombear la sangre venosa del resto del cuerpo a los pulmones para ser oxigenada, y otra izquierda encargada de recoger dicha sangre oxigenada de los pulmones y bombearla a la aorta y sus ramas arteriales para ser distribuida por todo el cuerpo. Las válvulas situadas en la mitad derecha del corazón son las válvulas tricúspide y pulmonar y las situadas en la mitad izquierda son las válvulas mitral y aórtica.

 

¿Cómo puede funcionar mal una válvula cardíaca?

 

Los mecanismos por los que las válvulas cardiacas no presentan adecuado funcionamiento son dos:

– La apertura está disminuida y, en consecuencia, el paso de sangre a su través está comprometido, exigiendo al corazón la realización de un trabajo excesivo para mantener la función de bombeo y comportando una sobrecarga de presión del mismo. A este “estrechamiento” valvular se le conoce como estenosis.

Fallo en el cierre de forma que, cuando la válvula debe contener la sangre para que no vuelva hacia atrás presenta fuga de parte de la sangre. En el siguiente latido, el corazón debe adaptarse para bombear lo correspondiente a cada latido más un volumen extraordinario correspondiente a la fuga anterior, condicionando una sobrecarga de volumen. A este fallo en el cierre valvular se le conoce como insuficiencia o regurgitación.

 

¿Por qué se producen estos fallos?

 

Estos mecanismos pueden ser debidos a diferentes enfermedades que afectan a las válvulas cardiacas:

  • Enfermedad reumática: esta enfermedad está en relación con procesos de faringitis y amigdalitis con placas de pus en décadas previas. Como consecuencia el sistema inmune se defiende contra las bacterias causantes de estas infecciones mediante anticuerpos que, por error, atacan también a nuestras propias válvulas cardiacas, y se produce la degeneración progresiva de las mismas. Suele tratarse de un proceso lentamente progresivo con brotes de empeoramiento con la repetición de episodios de amigdalitis.
  • Endocarditis: es el proceso de infección de las estructuras del corazón, que fundamentalmente afecta a las válvulas cardiacas. Los gérmenes suelen tener múltiples orígenes desde focos de infección activa, hasta gérmenes que cohabitan con nuestro organismo sin provocar infección en la piel, boca, tracto genitourinario o digestivo y que pueden pasar a la sangre y alcanzar las cavidades cardiacas. Las válvulas con alteraciones de flujo por las mencionadas estenosis o insuficiencia son más susceptibles de poder ser infectadas, al igual que los materiales protésicos en contacto con el torrente circulatorio. La infección puede ser responsable de diferentes grados de destrucción valvular que condicionan su mal funcionamiento. Puede asimismo afectar a una válvula aislada como a múltiples de ellas. La infección sobre las válvulas cardiacas forma unas estructuras denominadas vegetaciones o verrugas que pueden desprenderse causando embolias a diferentes niveles y graves complicaciones.
  • Enfermedad degenerativa: es debida al envejecimiento prematuro de las válvulas, volviéndose frágiles y/o desarrollando calcificación que limita su movilidad y/o provoca su rotura. Aunque en la mayoría de casos suele diagnosticarse en pacientes de edad avanzada, no son infrecuentes casos de degeneración valvular en edades más jóvenes.
  • Funcional: es causa de insuficiencia valvular y suele ser consecuencia de la dilatación de las estructuras sobre las que se asienta la válvula, generalmente la aorta (disfunción de la válvula aórtica) o los ventrículos (disfunción de las válvulas mitral y tricúspide). Estos procesos suelen estar causados por enfermedades como el infarto de miocardio o los aneurismas (dilataciones) de aorta, entre otras.
  • Congénita: son todas aquellas alteraciones de válvulas malfuncionantes desde el nacimiento o que aparecen a lo largo de la vida sobre válvulas con características anómalas desde el nacimiento, aunque inicialmente mostraran un funcionamiento normal. Son ejemplos frecuentes la válvula aórtica con 2 velos en lugar de 3 (válvula bicúspide), la estenosis pulmonar congénita, la válvula mitral “partida” (o “cleft” mitral).
  • Prótesis cardiacas previas

 

¿Cómo se realiza la cirugía sobre las válvulas?

 

Cuando la causa de la insuficiencia cardiaca es la enfermedad de una de las cuatro válvulas (mitral, aórtica, tricúspide y pulmonar) en ocasiones es necesario realizar una cirugía, para reparar la válvula (“reparación valvular”) o cambiarla por una prótesis (que puede ser de metal o de material biológico -cerdo, vaca-). En general, no existen medicamentos eficaces que puedan curar las enfermedades de las válvulas cardiacas, por lo que cuando el paciente comienza con síntomas de insuficiencia cardiaca o cuando el corazón comienza a deteriorarse, es necesario operar la válvula. Las válvulas cardiacas que más frecuentemente enferman son la aórtica y la mitral.

 

¿Cómo son las válvulas cardíacas artificiales?

 

Las válvulas cardíacas artificiales, hechas de materiales duraderos, han mejorado enormemente la calidad de vida de los pacientes. Estas prótesis pueden ser mecánicas o biológicas.

Si se le coloca al paciente una prótesis metálica es necesario mantener anticoagulación de la sangre de por vida (tomar Sintrom®), pues si no se formarían coágulos de sangre en la prótesis metálica y podrían obstruirla, o podrían soltarse los coágulos y producir embolias (cerebrales, etc.).

Para evitar la anticoagulación en algunos pacientes se implantan prótesis biológicas, que no necesitan que el paciente reciba anticoagulación sino sólo antiagregación con aspirina.

En ocasiones la válvula mitral no cierra bien y produce lo que se conoce como “insuficiencia mitral” (la sangre pasa de forma anómala del ventrículo izquierdo a la aurícula izquierda, al revés de lo normal). En algunos pacientes se puede intentar reparar la válvula mitral, por lo que en algunas ocasiones no hay que cambiarla.

Existen otros abordajes y técnicas tanto en cirugía abierta como percutánea, pero cada una con diferentes indicaciones y resultados.

 

HIPERTROFIA CARDÍACA: EL PROBLEMA DE TENER DEMASIADO CORAZÓN

 

La hipertrofia cardíaca se refiere al engrosamiento anormal del músculo cardíaco, a menudo en respuesta a una carga de trabajo excesiva. La cirugía cardíaca, en este contexto, puede ser necesaria para aliviar la obstrucción del flujo sanguíneo y mejorar la función cardíaca. Un procedimiento común es la miectomía septal, en la cual se elimina parte del músculo engrosado en el corazón para mejorar el flujo sanguíneo y reducir los síntomas.

 

¿En qué consiste la miocardiopatía hipertrófica obstructiva?

Constituye una enfermedad compleja en la que, generalmente debido a causas genéticas, el ventrículo izquierdo incrementa desproporcionadamente su masa muscular. Esto tiene una repercusión en 3 aspectos:

– La cavidad ventricular se vuelve pequeña y rígida. Por consiguiente, la cantidad de sangre en cada latido es insuficiente para abastecer al resto del cuerpo.

– Además, pueden tener lugar otros fenómenos como es la regurgitación o insuficiencia de la válvula mitral que provoca que el latido del ventrículo izquierdo sea todavía menos eficaz.

– Arritmias cardiacas ventriculares y, por lo tanto “malignas”, que pueden ser causa de muerte súbita. Esto es debido a lo desorganizado del crecimiento de dicho músculo y a la elevada presión que se alcanza en la cavidad ventricular tan pequeña por lo que la función eléctrica del corazón se ve alterada.

 

¿En qué consiste la intervención quirúrgica?

 

La intervención quirúrgica se plantea cuando fracasan las anteriores opciones y existen síntomas de mala tolerancia a esfuerzos. Con la cirugía se pretende revertir el fenómeno de obstrucción que supone el engrosamiento de las paredes del ventrículo izquierdo cuando se contrae en cada latido, por medio de la extirpación de una porción de músculo en el tabique interventricular (miectomía septal). Este procedimiento puede además revertir la insuficiencia de la válvula mitral si bien, puede ser necesario llevar a cabo también la sustitución de la misma por una prótesis para conseguir la corrección completa del fenómeno obstructivo. Existen múltiples técnicas para la realización del procedimiento que le serán convenientemente descritas por su cirujano cardiaco responsable.

 

TUMORES CARDÍACOS

 

Aunque los tumores en el corazón son raros, cuando se presentan, la cirugía cardíaca desempeña un papel crucial.

Los tumores cardíacos, aunque poco comunes, pueden ser benignos o malignos. Pueden surgir en el corazón mismo o propagarse desde otras partes del cuerpo. A menudo, los pacientes pueden no experimentar síntomas, lo que dificulta su detección temprana. Sin embargo, los avances en tecnología médica, como la ecocardiografía y la resonancia magnética cardíaca, han mejorado enormemente la capacidad de los médicos para diagnosticar estos tumores de manera más precisa.

Los tumores cardiacos habitualmente son benignos, pero presentan una localización “maligna” ya que pueden condicionar graves complicaciones como embolias al desprenderse fragmentos, así como interferencia con el adecuado funcionamiento de las válvulas cardiacas.

Los  tumores más frecuentes son los mixomas,  que habitualmente nacen de las paredes del corazón y que ocupan alguna de las 4 cámaras del mismo, más frecuentemente la aurícula izquierda. Son redondeados y de aspecto gelatinoso.

Los segundos más frecuentes son los fibroelastomas, que suelen depender de la estructura de las válvulas cardiacas. Son más pequeños que los anteriores y con aspecto de verruga o filamento. El abordaje de los mismos sigue los mismos principios de la cirugía valvular, para proceder a su extirpación completa. La resección puede llevarse a cabo conservando las estructuras cardiacas y valvulares, si bien, en ocasiones, puede ser necesario realizar una reparación e incluso sustitución de la válvula por una prótesis si se requiere extirpar tejido valvular durante su resección.

Los tumores malignos más frecuentemente originados en el corazón son angiosarcomas y rabdomiosarcomas, si bien son posibles otros como linfomas y metástasis de otras neoplasias a distancia.

En todos los casos en los que se lleva a cabo la evaluación multidisciplinar para encontrar el mejor tratamiento para cada paciente

 

EL FUTURO

 

A medida que avanzamos en la era de la medicina de precisión, los enfoques quirúrgicos y terapéuticos para tratar los problemas cardíacos siguen evolucionando. La cirugía cardíaca mínimamente invasiva y las técnicas de imagen avanzadas están mejorando la precisión y la seguridad de los procedimientos. Además, la investigación continúa en busca de tratamientos innovadores y personalizados para abordar los problemas del corazón de manera aún más efectiva.

 

Sin embargo, lo más importante es recordar que el corazón es el motor de nuestras vidas. Es un privilegio tener un corazón sano y es nuestra responsabilidad individual cuidarlo y mantenerlo como se merece, comiendo una dieta saludable (como la dieta mediterránea), realizando ejercicio a diario de manera moderada y evitando intoxicarlo (como al resto de nuestro organismo) con alcohol, tabaco o drogas. Tu corazón está en tus manos.